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Alejandro Calvillo

07/06/2025 - 12:05 am

FIFA y la publicidad depredadora

La lucha contra el consumo de estas bebidas, que tienen un carácter altamente adictivo —como lo tiene el azúcar en grandes cantidades en estos productos—, está exigiendo a la FIFA, como ya se hizo con el Comité Olímpico, que elimine estos productos del patrocinio deportivo. Hay que recordar que hace años se logró sacar la publicidad de McDonald's de los Juegos Olímpicos. Nos preguntamos: ¿cuál es el mensaje que se da a la infancia y a la población en general al asociar estos productos con el deporte?

Una de las mayores expresiones de esta era del capitalismo salvaje, en la que no importan los daños sociales y ambientales, y sólo importa el negocio y las ganancias, es el hecho de que los eventos deportivos de mayor difusión en el planeta, seguidos por cientos de millones de personas, estén patrocinados por empresas que están causando un grave daño a la salud de la población y del medio ambiente global.

El hecho de que Coca-Cola sea la patrocinadora de la Copa Mundial de Clubes 2025 y de la Copa Mundial de Fútbol 2026, así como de otros muchos eventos deportivos, habla de la naturaleza depredadora de la publicidad de estas corporaciones. Cuando prima el negocio por encima de cualquier otro valor —el interés público, la salud y la sustentabilidad ambiental—, organizaciones como la FIFA, gran parte de los equipos de fútbol e, incluso, algunos futbolistas se sacrifican al mejor postor, al que ofrezca más millones a los equipos. A cambio, la FIFA, los equipos y ciertos futbolistas —no todos— ofrecen una gran oportunidad a la corporación, que busca lavarse la cara de sus daños a la salud y al medio ambiente. Así se maquilla de juventud, felicidad, deporte y estilos de vida saludables, mientras lo que produce es enfermedad y destrucción.

Hablamos de la empresa reconocida como la mayor contaminadora por plásticos en el planeta y de la mayor productora de bebidas azucaradas en el mundo. Sabemos bien que el azúcar, en países como México —y como lo declaró el Secretario de Salud hace un par de semanas—, es la causa principal del sobrepeso, la obesidad, la diabetes y las caries dentales. Y algo muy importante: es adictiva. También sabemos que el mayor consumo de azúcar entre los mexicanos se da a través de estas bebidas, que tienen como marca dominante a Coca-Cola.

La lucha contra el consumo de estas bebidas, que tienen un carácter altamente adictivo —como lo tiene el azúcar en grandes cantidades en estos productos—, está exigiendo a la FIFA, como ya se hizo con el Comité Olímpico, que elimine estos productos del patrocinio deportivo. Hay que recordar que hace años se logró sacar la publicidad de McDonald's de los Juegos Olímpicos. Nos preguntamos: ¿cuál es el mensaje que se da a la infancia y a la población en general al asociar estos productos con el deporte?

¿Consumiríamos productos como Coca-Cola si, en vez de publicidad depredadora que maquilla al producto de amor, felicidad y juventud, lo que viéramos fueran sus daños a través de la caries en más de la mitad de la población infantil y juvenil del país? ¿Si viéramos su contribución a que casi uno de cada cinco adultos sufra diabetes? ¿Si constatáramos sus daños a la economía de las familias más vulnerables, gracias al fuerte carácter adictivo de esa bebida? Se trata de publicidad engañosa que se apropia de valores y símbolos para maquillar su producto: un producto que nos deja enfermedad, mientras las ganancias se van a sus accionistas.

La campaña “Expulsemos a la gran industria de bebidas del deporte” se lanza en el contexto de la próxima Copa Mundial de Clubes de la FIFA (del 14 de junio al 13 de julio de 2025) y como antecedente a la Copa Mundial de 2026. Como lo señala la campaña, esta publicidad borra los límites entre el logro y el esfuerzo deportivo y los productos perjudiciales para la salud. De hecho, permite a las corporaciones maquillar sus productos —que tanto daño causan a la salud y al medio ambiente— con ese halo positivo que da el deporte en estos eventos.

“Cuando los aficionados se conectan para ver competir a los mejores futbolistas del mundo, se ven bombardeados por la imparable publicidad de la industria de bebidas endulzadas. Se trata de un esfuerzo premeditado para asociar la excelencia atlética con las bebidas endulzadas —productos vinculados al aumento de la obesidad, la diabetes tipo 2 y otras enfermedades, especialmente entre la población infantil. Además de los daños a la salud, esta industria también es una de las mayores generadoras de residuos plásticos en el mundo y tiene un historial comprobado de extracción de agua en regiones que enfrentan escasez hídrica”.

Los daños generados por estas empresas en la salud y el medio ambiente son enormes, y quienes acabamos pagándolos somos la sociedad en su conjunto y las familias con sus bolsillos.

Terminemos esta colaboración con el video de invitación a sumarse a esta campaña para sacar a las grandes corporaciones de productos dañinos del deporte:

Alejandro Calvillo
Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.

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